9 de febrero de 2010

Cuestión de tradición

 Familia chiapaneca vistiendo a un menor como "Parachico"
En muchos lugares de nuestra republica mexicana todavía se efectúan ciertas tradiciones ancestrales. Hace poco estuve de visita en Chiapa de Corzo, justamente el día de San Antonio Abad y logre ver una tradición que me llamo mucho la atención, los parachicos.

Según cuenta la leyenda una dama expuso a los habitantes del pueblo el motivo de su viaje: su hijo padecía un extraño mal que le impedía mover las piernas. Había recurrido a los médicos más reconocidos, sin que brebajes ni sangrías lograran recuperarlo, de ahí que ella decidió visitar varios lugares remotos en busca del remedio "para el chico". Cuando le hablaron de los curanderos de Chiapa decidió consultarlos. AI poco tiempo apareció el de Namandiyuguá (Cerro brujo), quien después de examinar al joven, le recetó pócimas de hierbas y ordenó que se llevara al chico a los baños de Cumbujujú ("lugar donde abunda el jabalí") para completar el tratamiento.

La madre acudió al lugar, cerca del pueblo y poco después, como de milagro, el joven empezó a recobrar la movilidad en las piernas.

Agradecida, la mujer, que se llamaba doña María de Angulo, mandó traer desde tierras distantes ganado y grandes cantidades de cereales para paliar la crisis en Chiapa. Ordenó que se destazara cada día una vaca en la plaza y repartió canastas con víveres entre la población.

En el mes de enero, el día de San Sebastián, doña María mandó sacar a su hijo en andas y desnudo -como el santo-, para que no volvieran las penurias al pueblo. Más tarde, ambos regresaron a su país; la situación había cambiado, la naturaleza pródiga se manifestó nuevamente, los lugareños relacionaron la abundancia con la petición hecha por la mujer y su hijo al santo. Con la llegada de un nuevo año, los nativos recordaron la visita con la representación de una muchacha y un joven vestidos como los personajes paseando por las calles, rodeados de sus "sirvientes", quienes repartieron comida simbólicamente.

Los Parachicos aparecen por todo el pueblo, van por las banderas a San Gregorio, el templo de la loma, para bajarlas a la iglesia grande y entre danza y música, patrón y prioste, llevan a San Antonio Abad a las ermitas del Consagrado y de San Antonio Abad. ¡Allí vienen los Parachicos! es el grito que se oye por doquier.

Después del canto del Nambujó, que entonaba el patrón en el atrio de la iglesia, al ritmo de la guitarra, el tambor y la flauta, gritan "Parachico me pediste, parachico te daré y al compás del tamborcito, mi chinchín te sonaré", La fiesta continúa. Las muchachas, que visten el precioso vestido de contado y bordado de tul de vuelos con flores multicolores, llenan las calles y la plaza, llevan sus jícaras recubiertas de maque, prestas a llenar de confeti a los asistentes.

Hoy en día la fiesta se extiende mas haya de la tradición de los Parachicos, en la plazuela del pueblo se reúne una feria donde desde chicos y grandes pueden reunirse para ganar premios, divertirse en los juegos mecánicos e incluso disfrutar del espectáculo de artistas de talla internacional.

Las tradiciones de nuestro México son únicas e inigualables, realmente vale la pena darse el tiempo para disfrutar de estas maravillas ancestrales. 



No recuerdo la fuente donde otubtuve la leyenda. Si alguien la encuentra o sabe de que pagina web se trata favor de avisarme para darle los respectivos creditos.

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